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Prebiótico, antioxidante, antibiótico... HABLAMOS DE MIEL


La miel es un alimento 100% natural no caduca nunca, al menos la miel encontrada en las tumbas de los faraones del antiguo Egipto conserva intactas sus virtudes.
 Utilizada también en la antigua Grecia por sus propiedades bactericidas, al igual que en la segunda Guerra Mundial en el tratamiento de las heridas. Propiedad que hoy en día ya está demostrada científicamente por facultades de medicina como la de Sidney.     
Numerosos trabajos científicos han evidenciado los usos y virtudes curativas de este extraordinario producto apícola, tan empleado en numerosos remedios caseros.
A continuación se exponen algunas de las más relevantes:

La miel posee un gran poder antibiótico y cicatrizante, por lo que ha sido utilizada desde tiempos remotos en el tratamiento de heridas, quemaduras, úlceras, etc.

Es utilizada en cosmética por sus propiedades calmante, antiinflamatoria, regeneradora de tejidos, suavizante, refrescante y tonificante.

La miel es de gran ayuda en casos de sinusitis, irritaciones de garganta y procesos bronquiales simples, que cursan con tos seca, al ser un buen expectorante y calmante de la tos. 

La miel favorece el proceso de digestión gastrointestinal y, sobre todo, es eficaz en casos de estreñimiento.

Posee  también propiedades relajantes, sedantes e inductoras del sueño, al favorecer la absorción de triptófano, que es precursor de la serotonina (sustancia química reguladora del buen estado de ánimo del organismo), por lo que se recomienda en la dieta habitual de pacientes aquejados de insomnio crónico.

La miel mejora la absorción de otros nutrientes, como es el caso delcalcio o del hierro, contribuyendo así al mantenimiento de la masa ósea
La miel puede ser considerada como alimento prebiótico por su contenido en oligosacáridos, azúcares de cadena media presentes en la misma, como la melecitosa, la maltotriosa y la rafinosa, que parecen estimular el crecimiento y la actividad de especies de bifidobacterias que habitan en el colon humano y que forman parte de la microflora intestinal saludable.
Estas bifidobacterias ayudan a frenar la proliferación en la pared intestinal de bacterias y hongos patógenos.

En los últimos años, la miel suscita un gran interés entre los científicos por su acción antioxidante. Los antioxidantes son sustancias que inciden positivamente en el organismo previniendo la aparición de enfermedades neurodegenerativas, enfermedades inflamatorias crónicas, cáncer, enfermedades cerebro y cardiovasculares y el envejecimiento, al reducir o contrarrestar los daños celulares que pudieran causar los denominados radicales libres.


 Hay quienes piensan que muchas de sus propiedades tienen que ver con las plantas de las que procede. Sin embargo, tampoco conviene generalizar y, se debe tener presente que la miel es una mezcla compleja, resultado de la transformación del néctar de las flores o exudaciones de las plantas con las secreciones de las abejas.
Según se ha podido comprobar, en general, la miel de mielada contiene los mayores niveles de antioxidantes.Hay evidencias científicas de que el consumo continuado de miel aumenta la concentración de antioxidantes en el plasma sanguíneo. Sin embargo, hay que tener presente que la mayoría de las mieles comerciales están pasteurizadas, con el fin de impedir la proliferación de levaduras y retrasar la cristalización natural, y también son filtradas bajo presión para retener las partículas de polen. Estos procesos industriales pueden reducir en, al menos, un 30% la capacidad antioxidante de la miel.
Ya saben, si pueden conseguir un tarro de alguien de confianza, mucho mejor.